¿Hacia dónde estás apuntando la vida de tus
hijos?
El Salmo 127 versículos 3 y 4 nos declara que
nuestros hijos son herencia de Dios, un tesoro que Él nos confió para que
administremos de manera correcta, y dicha administración tiene que ver con la
dirección que le estamos dando a sus vidas. En cierto modo ellos son como
saetas en nuestras manos (v4) las cuales vamos a disparar cuando sea el
tiempo... pero ¿hacia dónde estás apuntando? ¿cuál es el blanco hacia donde
estas disparando a tu hijo?...
Salmo 127:3 He aquí, herencia de Jehová son los
hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente,
Así son los hijos habidos en la juventud.
Los padres cristianos tenemos la enorme
responsabilidad de la crianza de nuestros hijos, pero ¡cuidado! crianza no solo
se trata de darles comida y ropa necesaria, sino de la instrucción y educación
correcta, y por supuesto que con "educación correcta" no me refiero a
mandarlo a la mejor escuela o la más cara (eso sería perjudicarlos aún más),
sino a educarlos en la verdadera ciencia, "La Ciencia de Dios":
Efesios 6:4 Y vosotros, padres, no provoquéis a
ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
La educación e instrucción de los hijos en la
ciencia de Dios está delegado a los padres, y dicho deber nos convierte en
ministros y pastores de nuestras propias familias. Esta es la razón por la cual
"la familia" es el principal ministerio de todo padre creyente
-pregunto- ¿cómo estás pastoreando a las ovejas que Dios te confió para que
cuides?
Hay padres cristianos que dicen: "amo mucho
a mi hijo y por eso vamos a esforzarnos para que sea un buen abogado, o un buen
doctor" - no tengo nada en contra de tales profesiones- ¡pero! si ese es
el blanco central hacia dónde vas a disparar a tu hijo entonces debo decirte
que has perdido a tu hijo, es una flecha perdida (no digo esto al azar, las
experiencias de esta triste realidad abundan dentro de la Iglesia), porque
nuestro principal blanco hacia donde debemos apuntar a nuestros hijos es hacia
la eternidad en Cristo, cualquier otro centro o blanco fuera de Cristo es
vanidad y engaño. La única profesión que tiene validez en esta vida y en la
venidera es la profesión de ser "cristianos auténticos", y los
principales educadores para ello son los padres (ejerciten a sus hijos en la
piedad)...
¿Qué debo hacer para pastorear mi propia familia?
Una de las formas práctica de esta noble y comprometida labor es "el culto
familiar", pero no como una mera práctica religiosa, sino como un deber
principal que contribuirá a nuestro ministerio familiar.
En medio de una sociedad corrupta y pervertida
que ha perdido toda moral, ahora más que nunca a los padres cristianos les
digo: ¡Vuelvan a la práctica del culto familiar!
Próximamente continuaremos con más artículos...
Hno. Gabriel.
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